Perverso Narcisista II
En la fase de influencia, la acción del perverso narcisista sobre su víctima es esencialmente inhibir su pensamiento. En la fase siguiente, él provoca en ella sentimientos, actos, reacciones, por un mecanismo de prescripción. Si el otro tiene suficientes defensas perversas para jugar el juego de la escalada, se establece una lucha perversa que sólo se terminará por la rendición del menos perverso de los dos. El perverso intenta impulsar a su víctima a actuar contra él para a continuación poder denunciarla como "mala". Lo que importa, es que la víctima parezca responsable de lo que luego le va a ocurrir. (Marie-France Hirogoyen, "el Acoso Moral", página 122